El aceite de sésamo se extrae de las semillas de sésamo. Para que preserve todas sus propiedades preciosas, las semillas deben ser prensadas en frío y el aceite no ha de refinarse. De esta forma se obtiene un aceite de sésamo, que impacta no solo en el mundo culinario, sino también en la cosmetología: se ha convertido en un ingrediente para cremas para cara y manos, acondicionadores capilares y muchos otros cosméticos para el cuidado de la piel y el cabello.
El aceite de sésamo es excelente como un cosmético “graso” individual para la nutrición y la regeneración capilar.
Los aceites naturales proporcionan al cabello la máxima regeneración y protección, y hacen que tenga un aspecto bonito. El aceite de sésamo garantiza el brillo y la elasticidad del cabello, de manera que éste queda lleno de vida y visiblemente más suave al tacto.
Gracias a la diversidad de ácidos grasos omega-9 y omega-6, el aceite de sésamo es adecuado para cabellos de porosidad media y cabellos de porosidad alta, el extremadamente dañado, con una superficie apagada avanzada.
El aceite de sésamo se añade con frecuencia a los cosméticos para proteger del sol porque contiene un filtro UV con un factor elevado, que puede proteger eficazmente el cabello de la radiación solar y los efectos del fotoenvejecimiento.
Si se usa regularmente para la lubricación capilar, el aceite de sésamo permitirá eliminar la caspa y la sequedad, dejando la piel limpia y bien cuidada. Gracias a él, el cabello habrá asegurado las mejores condiciones para su crecimiento. Sus propiedades únicas y el tamaño correcto de las partículas hacen que el aceite de sésamo sea capaz de penetrar las estructuras internas del cabello y nutrirlo en profundidad, así como mejorar el funcionamiento de los bulbos capilares al fortalecerlos. El cabello deja de caerse y crece más rápido. Además, el uso regular del aceite de sésamo no solo regenera el cabello, sino que también ayuda a su belleza y evita el frizz.