Aceite de semilla de albaricoque; ¿sabes lo que es y qué contiene?
El aceite de albaricoque se obtiene del conocido y querido albaricoque, y para ser más precisa de su hueso. Dentro del hueso se esconde toda la diversidad de minerales y ácidos grasos esenciales. Los ácidos grasos Omega-9 —principalmente ácido oleico— que predominan en el aceite de albaricoque son perfectos para el cabello de porosidad media. La mayoría de las personas del mundo tiene este tipo de cabello. Debido a este hecho, el aceite de semilla de albaricoque es realmente valorado en cosmetología y muy a menudo se utiliza en cosméticos para el cuidado del cabello. Sin embargo, recomendamos su uso por sí solo, en lugar de en combinación con otros aceites naturales, así garantizarás que tu cabello consigue una regeneración intensa, mientras que, adicionalmente, (aplicando el aceite en el cuero cabelludo) proporciona nutrición y fortalecimiento a los bulbos capilares.
Después de todo, este es el proceso más importante responsable de la fuerza y la salud del cabello.
Las vitaminas A, B y E, que están presentes en el aceite de semilla de albaricoque, garantizan una excelente condición capilar y, por encima de eso, el pelo deja de caerse y se estimula su crecimiento.
Aceite de albaricoque para el cabello – efectos
¿Qué se puede esperar después del tratamiento del cabello y cuero cabelludo con aceite de albaricoque?
Más que nada, alivio inmediato para el cuero cabelludo. El aceite de albaricoque es un aceite delicado que calma todas las irritaciones e inflamaciones de la piel. Ayudará a eliminar la caspa, la psoriasis e incluso la costra láctea en el caso de los bebés. Si sueñas con un cuero cabelludo limpio con procesos regulados en su superficie, prueba el aceite de albaricoque.
No solo cuidará la piel y los bulbos capilares, sino que también proporcionará inmediatamente un mejor estado y brillo al cabello, haciéndolo sedoso y agradable al tacto, mientras que las puntas dejan de abrirse y encresparse. El aceite puede domar el pelo incluso demasiado seco, desprovisto de brillo, rebelde y mate, al mismo tiempo que lo protege contra todos los factores desfavorables y daños mecánicos.